Capítulo 23- Bel- No saber para hacer.
La verdad es que no sé porque
hago esto. Tal vez sea para que así la próxima vez que quiera pegarme se
acuerde de este favor que le estoy haciendo. Pero no, no es por eso. Seria por
eso si yo fuera alguien dentro del Patrón, porque es algo que haría alguien de
dentro. Intentar caerle bien a tu atacante con la esperanza de que le caigas en
gracia y te deje en paz. Pero nunca te dejan en paz. Hagas lo que hagas,
incluso intentar ser amable con él demuestra que eres débil y que le temes. Así
que no, yo no hago esto por eso, porque sé que nos serviría de nada. Yo lo hago
para conocerlo mejor, para ver si así consigo averiguar esos secretos que
esconde, o al menos ver su verdadera personalidad y no la que hace ver cuando
esta con sus amigos. Pero de momento nada. No le miro a la cara. Me concentro
en la herida e intento recordar todos los trucos de maquillaje que comentan las
chicas en el lavabo. Simplemente me baso en la “base” que se echan en la cara e
intento que sus nudillos queden igual de lisos. Como si quisiera tapar un
grano, la única diferencia es que en este momento estoy tapando un crimen que
le podría causar serios problemas.
Él tampoco dice nada. De vez en
cuando aprieta más el puño cuando le toco la parte más roja con el pincel. Pero
eso es bueno. No dice nada, no me insulta y ni siquiera se queja. Eso indica
que no quiere arriesgarse a que me harte y me vaya. Tiene que ser algo muy
gordo para que se comporte así. Me encantaría preguntarles que ha pasado, pero mejor
no me meto en esto porque podría salir perjudicada. Y no quiero que empeore mi
situación social, que prácticamente es cero.
Cuando ya han pasado unos cinco
minutos en este silencio tan incómodo y yo ya voy por la segunda mano, Axel
decide atar algunos cabos sueltos, haciendo como si yo no existiera.
-
A ver, Melanie, ¿Por qué me has enviado una
solicitud de amistad en Facebook si te he dicho CLARAMENTE que no quiero saber
nada de ti en todo mi pu-ñe-te-ra vida?- dice, con una rabia reprimida en sus
palabras que me intimida.
Miro a Melanie por el rabillo
del ojo. Lo está mirando, con cara de póker. Pero de seguida recobra la
expresión y le responde lo más tranquila que puede.
-
Porque quiero arreglar esto que pasa entre
nosotros. No sé qué te pasa conmigo, pero quiero arreglarlo lo antes posible
para no tener que estar vigilando por donde va a venir el siguiente golpe. Y
sabes que si hay un siguiente se te va a caer el pelo. Pero tampoco quiero un
siguiente de otras personas. Así que quiero arreglarlo para que no haya más
malentendidos- explica Melanie, de manera neutral.
Sin embargo, a Axel le cuesta
más esconder sus emociones, por no decir que las muestra con exageración. Su
cara se empieza a poner roja y la vena de la sien se le marca un poco. Retiro
un poco el pincel para que no salga volando cuando retire la mano. Pero, aun
así, cae al suelo cuando me aparta de en medio. Se acerca a Melanie un poco,
aunque un metro de racholas marrones los separa.
-
Que te quede claro, hija de puta, tú has sido el
mayor error de mi vida. Con tu gilipollez de ser yo mismo acabé siendo el
jodido pringado gay que sólo tiene una amiga. Pues no, guapa, porque yo no soy
así y ahora tengo lo que siempre he querido, lo que des de hace tiempo debería
haber tenido: amigos de verdad, y muchos. Ser yo el que saca las modas y no el
que intenta seguirlas sin conseguirlo. Y tú sólo me quieres joder ahora que soy
lo que soy. Pero yo te voy a dejar muy clara una cosa: no me vas a volver a
arrastrar a ese asqueroso mundo “bonito y libre” en el que tú vives, porque esa
no es la realidad. Así que déjame en paz de una puta vez y olvídame.
Las palabras de Axel pasan como
una exhalación por mis oídos, tan rápido que me cuesta recibir toda la
información. Aunque parece que Melanie no se ha perdido detalle de sus
palabras. Se queda muda, mirándole a los ojos como si estuviese en una nada
absoluta, como hipnotizada. Pero sus palabras salen aun así, y a pesar de su
mirada perdida en los ojos del chico, suenan altas y claras, y con más
significado que nunca.
-
Ya veo… No eres tú el que has cambiado ahora,
sino que ahora eres lo que siempre has ocultado. Bien, es bueno saber que tu
mejor amigo de toda la vida ha sido tan sólo un mentiroso a tu lado. Pero
recuerda mis palabras: esos tantos amigos que tienes te dejaran tarde o
temprano, y yo estaré ahí, pero será demasiado tarde cuando veas con ojos
verdaderos este mundo.
Para Axel, según su cara, esas
palabras son ridículas y el único efecto que causan en él es una risita
divertida. Pero al menos no le pega otra vez. Supongo que no se puede arriesgar
a que se le quite el maquillaje de la mano y lo pillen sus padres al fin. Pero
se va, con media mano sin pintar, aunque no creo que tenga problemas si en toda
la noche consigue ocultar esa mano. Pero ahora sólo quedamos Melanie y yo. Axel
se acaba de ir dando un fuerte portazo en la puerta, que ha producido un
silencio absoluto en el lavabo. Me acerco a Melanie y acabo de darle los
últimos retoques a su maquillaje. Al final, perfecto, casi no se ven las
heridas, aunque se nota que tiene bastante maquillaje en la cara y algunas
zonas de ella hinchadas. Cuando acabo, ya no hay nada que mantenga ocupada mi
cabeza y entonces me asalta la duda. Y tengo que preguntar si no quiero morir
de curiosidad. Además, lo necesito para mi investigación.
-
¿Por qué me has hablado en Facebook? Normalmente
la gente no suele hacer eso conmigo…- No consigo sostenerle la mirada y la bajo
al suelo.
-
Porque quiero conocerte. Las flores más ocultas
son las que más tienen. Y quiero que sepas que no estás sola del todo.
Sus palabras no me hacen que la
mire a los ojos, no podría, me da mucha vergüenza. Pero sí hacen que saque la
sonrisa más sincera de toda mi vida.
Ay, qué buena es Melanie =')
ResponEliminaAxel es gay? Joder, nunca me lo hubiera imaginado. Finge bien, besnado a las novias de otros...