Capítulo 3- Si tienes, voy- Axel
-
¿Son Adidas verdaderas?- Paula me mira las
bambas, curiosa.
-
Pues claro que sí- le respondo yo, con total
seguridad y un poco ofendido.
Paula sonríe, aunque no entiendo la duda. ¿Cómo puede
preguntar una cosa así? ¿Qué se cree, que voy a llevar unas Adidas falsas? Para
eso, ni me las compro…
-
Están guapas, eh. ¿Dónde te las has comprado?-
vuelve a preguntar, sonriendo al ver las bambas una segunda vez.
-
En el centro- miento.
En realidad me las he comprado en una tienda de un barrio cercano,
pero decir que me las he comprado en una tiene del centro suena más moderno y
de más calidad.
Paula se pone bien su gorra y me pasa un brazo por el
hombro.
-
¿Nos sentamos un rato en ese banco?- dice
dirigiéndome a él sin darme opción de responder.
-
¿Y el instituto?- le pregunto, sin mucha
importancia y con un toque de picardía en los ojos.
Los dos sonreímos y rompemos a carcajadas.
-
El instituto…- susurra Paula secándose las
lágrimas. Cuando acaba de reírse por completo sigue hablando.- Hoy faltamos en
honor a tus bambas. Y por el examen de sociales- añade con una sonrisa y
colocándose la gorra de lado.
-
¡Venga va, foto y para el face que va!- exclamo
yo, animado y sacándole el móvil a Paula del bolsillo del pantalón.
Los dos posamos sacando la lengua y haciendo el ganso. En la
siguiente, alzamos las cejas, ponemos cara de asco y cerramos los ojos. Después
de verlas y dar nuestra aprobación, las colgamos en Facebook.
«Por la mañana en el insti! Tequiero Pitufo<3 23∞»
El estado de la foto lo pone Paula, ya que es con su móvil
con el que nos la hemos hecho. Entro en Facebook lo más deprisa que puedo para
comentar.
«Nuestras mañanas en el insti son las mejores ehh Pituu*-*
Tequiero!<3 23∞»
No mucho más tarde empiezan a aparecer los nuevos
comentarios de los demás. Como siempre, la gente nos apoya.
«Uee ¡Que cracks! ¡Me apunto! No
os mováis de allí que voy para allá»Comenta
David.
«¿Donde estais? ¡Me acoplo! ¡Si
me pierdo el insti voy segurisimoo!» Va detrás Jonah.
«Pff, cuanto os envidioL Mi madre me pilló la
semana pasada haciendo campana y ahora me acompaña todos los días al insti. No
os riais, ya es suficiente humillación para mí. Ojalá os pillen a vosotros
también y nos unimos todos :D Nahh, es broma. Ah, y Jonah, están en frente de la
casa de Axel»- bromea Laura.
«¡Buah, voy pero ya! Mis padres
están durmiendo así que aquí no se entera ni Diós»- informa Mario.
«¡Sois los putos amos! ¡Voy para
allí!»- Acaba diciendo Alicia.
Y ahí acaban los comentarios. Parecen pocos pero nos vamos a
ajuntar una buena peña. Este va a ser un día grande. Y encima viene Alicia, la
oportunidad perfecta.
-
Viene Mario, Jonah, David y Alicia- informo a
Paula.
-
Huy, Alicia eh…- Arrastra las últimas palabras y
me guiña un ojo.
-
Sí, y creo que hoy es el día perfecto para
pedirle salir.
-
¿Pedirle salir? No hace falta ni que se lo
preguntes. Está claro que te va a decir que sí. Tú plántate delante de ella y
dale un morreo.
Dudo un poco. Está claro que yo beso muy bien. ¿Pero seguro
que a Alicia le sentará bien que la bese sin más? Y más teniendo novio… A lo
mejor se enfada conmigo… Tal vez… Da igual. Sin arriesgar no se gana nada. Yo
se lo doy y punto. Además, ¿quién me va a decir a mí que no?
-
Es una buena idea. Sí, lo haré- digo,
convenciéndome así de ello.
Después de 5 minutos ya no estamos solos, sino que somos dos
más. Y un par de minutos más tarde, llegan los dos que quedan: Alicia y David.
No sé si es buena idea que bese a Alicia delante de David, su novio. Pero como
ya decía antes, quien no arriesga no gana.
Así que cuando están a cinco metros de distancia, me acerco
a ellos. David y Alicia van cogidos de la mano. Y ella le sonríe a él. Hacen
buena pareja. Y se quieren. ¿Qué pensará David cuando vea que su novia me
prefiere a mí después de besarla? Tengo ganas de verle la cara. Tiene que ser
todo un espectáculo.
Estoy a tan sólo un metro de Alicia. Empiezo a subir las
manos y, cuando estoy a apenas diez centímetros de ella le cojo la cara y pongo
mi boca sobre la suya. Nuestros labios se mueven a la vez. Nuestras lenguas se
tocan. Dentro de mí mil mariposas no me dejan en paz. Y nuestro beso es
intenso, tan intenso que no puedo evitar separar un poco nuestros labios para
suspirar en medio del beso. ¿Lo único malo? Que tan sólo dura quince segundos.
Después de ese lio de sensaciones (todas buenas) el puño de David impacta en mi
mejilla y nuestros labios se separan con brusquedad.
-
¿Qué crees que estás haciendo, gilipollas?- me
grita David cuando ya he caído al suelo.
Me da patadas y me pisa. Me insulta y me escupe. Espero a
que Alicia me ayude y se ponga de mi parte. Nuestro beso ha sido demasiado
bonito. Pero ella nunca llega. Sólo su voz.
-
Que sepas que yo estoy con David, ¿te queda
claro?- en su voz percibo asco.
Y en ella percibo falsedad. ¿Después de besarme así va y me
dice que está con David? Y él lo ha visto todo. Aunque no me extraña que no la deje.
Es la chica más guapa del instituto. Pelo rubio liso y largo, y ojos verdes. Ni
bajita ni alta. Está buenísima. Yo, si estuviera con ella tampoco la dejaría.
Los golpes de David no paran. Escucho la voz de Paula que se
acerca para ayudarme.
-
¡Párate ya, tío! ¿No ves que le estás haciendo
daño? ¡Que tampoco ha sido para tanto!- Le coge de los brazo y lo echa para
atrás para que no pueda pegarme más.
Pero David vuelve a hablar, esta vez con más rabia y más
fuerza por culpa del comentario de Paula.
-
¿Qué no es para tanto? ¡Ese gilipollas ha besado
a mi novia! ¡TE JURO QUE LO MATO, EH! ¡SUELTAME!- La fuerza de David supera la
de Paula y rápidamente éste se escapa de los brazos de ella.
Jonah y Mario ven la situación unos metros más allá, entre
risas. Capullos… Ya podrían venir a ayudarme… Me levanto con dificultad. Ese
capullo se ha pasado demasiado. Sólo he besado a su novia. Y la verdad ella no
ha estado muy molesta durante el beso.
-
¿Eres idiota o qué?- le suelto acercándome a él.
David no me responde. Viene corriendo hacia mí y con el puño
en alto. Pero a medio camino se detiene, helado.
-
¿David? ¿Qué haces aquí? ¡PARA EL INSTITUTO
AHORA MISMO!- grita la madre de David a unos 10 metros de distancia.
Todos nos quedamos quietos. Su madre conoce a todas las
nuestras. Me pongo la capucha y salgo a correr con Paula.
-
¿A dónde vamos ahora?- pregunta Paula mientras
corremos.
-
Al instituto- respondo yo entre jadeos.
-
¿Al instituto? No apetece… -Resopla.
-
¿Qué no apetece? Pues yo estoy deseando meterme
con la Anibel esa de tercero.
A Paula se le cambia la cara y sonríe con complicidad.