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divendres, 21 de juny del 2013

NUNCA SEREMOS PERFECTOS

Capítulo 5- Sólo es ella- Axel

Estas dos horas han sido eternamente insufribles. A pesar de que toda la primera, Paula y yo, nos la hemos pasado fuera ,ya que además de llegar tarde hemos entrado gritando a lo loco en la clase, la segunda ha sido verdaderamente aburrida. Incluso ha habido un momento en el que me he arrepentido de no haberme quedado con Paula en la calle. Pero después he vuelto a recordar el porqué de que estemos aquí y me ha vuelto la sonrisa a la cara. E incluso creo que el profesor de matemáticas se ha sorprendido de que hoy no haya molestado a nadie. No he hecho nada, literal e indudablemente, pero al menos no “he sido la causa de que los demás se retrasen en el temario que estamos haciendo”. Hoy no podían castigarme. No me he tragado esa asquerosa charla sobre no sé qué de geometría para nada. Pero ha valido la pena el sacrificio. Porque si no ahora mismo no estaría aquí, aspirando el apestoso olor a bocadillo podrido del patio. Paula y yo nos paseamos entre la gente, mirando a todo el mundo con superioridad. La mayoría tiene una cara de pringao que no puede ni con ella. Es tan… patético…
Paula y yo buscamos con la mirada a Anibel. Pero antes de encontrarla a ella encontramos a Jonah y Laura. Están juntos y comentan la cara de David al ver que su madre le ha pillado haciendo campana. La verdad es que su cara ha sido todo un chiste. Buenísima, simplemente buenísima. Y hablando de David… ¿dónde está la parejita feliz? A saber dónde están y haciendo qué. La verdad es que no me extrañaría que estuviesen haciendo algo… fuera de lo común a los 13 años. Alicia es una puta y David un completo desesperado.
Por fin, mientras nos acercamos a Laura y Jonah, veo una sombra solitaria con una cabello negro y grasiento al otro lado del patio.
-          ¡Hey! ¡Allí está Anibel!- digo antes de saludarlos.
Los otros tres dirigen la mirada hacia donde señalo. Ellos la ven en seguida también. Como para no verla, con lo fea que es… Y siempre va sola. Lo que me extrañaría seria que tuviese amigos.
-          ¿Os apuntáis a burcharla?- ofrece Paula a los otros dos.
Laura y Jonah no se lo piensan dos veces.
-          ¿A esa pringá? Anda vamos que aquí hay insultos para rato… Pero mira que pelo, por Diós. ¿Qué le cuesta peinarse un poco por la mañana?
-          ¡Buah, buah! ¿Pero estais seguros que eso es humano? A ver si os va a picar el bicho ese y va a ser venenoso y todo.
Todos reímos con los comentarios de los dos, Paula con una risa ruidosa y exagerada. Yo casi lloro de la risa. Pero por Diós, ¿puede llegar alguien a ser más patético que eso?
Andamos hacia ella animados y adelantando insultos. Ella se da cuenta pronto de que estamos yendo hacia ella, pero no escapa. Tampoco le serviría de nada. Bueno, sí, para empeorar las cosas.
-          ¡Eh, tú, fea! ¡Sí, tu, la fea! ¡¿Qué otra fea va a ver por aquí?!- los gritos de Paula alarman a los curiosos, que empiezan a llegar para observar la situación.
Anibel se queda quieta. ¡QUIETA! No hace nada, no se defiende. Nada. ¿Cómo quiere que no se metan con ella? Si lo deja a huevo… 
-          Tú no te lavabas mucho, ¿no? ¡Hueles una peste increíble! ¡A ver si te lavas, guarra!- Las palabras de Jonah animan las risas de los que van llegando.
Me acerco a ella y le cojo un mechón de pelo con la yema de los dedos índice y pulgar. Me da asco.
-          Pero mira que llegas a ser guarra, eh tía.  Que pelo más asqueroso. Existe el jabón, ¿sabes?- y le propino con un empujón.
Anibel retrocede unos pasos, con una cara igual de inexpresiva que antes. En un momento se ha acumulado un numeroso grupo de gente.
-          ¡Pelea! ¡Pelea! ¡Pelea! ¡Pelea!- empieza a gritar la gente, alzando los brazos.
Yo soy el que está más cerca de ella y el que le pega el puñetazo en la mejilla. Escucho las risas de Paula, Laura  y Jonah a mis espaldas y sus gritos para que siga con lo que he empezado.
Mi pie no tarda en impactar en sus partes. Ella cae y se retuerce de dolor. La primera emoción que le he visto expresar por hoy. Y no va a ser la última. Le pego patadas en la cara, en las tetas, en el culo, en las piernas, por todos lados. Su nariz empieza a sangrar. Pero eso no me detiene. Los gritos de la gente me motivan. Igual que sus gritos de dolor. Paro un segundo. Saco mi móvil y le hago una foto allí, tirada en el suelo.
-          Esto va pal Facebook- susurro mientras enfoco la cámara.
Y sigo dándole patadas. Cuando ya me he cansado, paro unos segundos para recuperar el aliento. Me agacho a su lado y le toco las tetas con un dedo, con asco. Es asqueroso. Pero les hace reír. No obstante, de un momento a otro, sin saber por qué, las risas se convierten en un extraño susurro. El dolor me invade toda la cara, comenzando por la oreja. Me la aprieto con fuerza con las dos manos ignorando la sangre que desprende.
-          Déjala ya en paz, ¿vale?
Esa voz… Esa voz me resulta muy familiar. Me doy media vuelta aún en el suelo y la miro. Melanie… ¡¿COMO SE HA ATREVIDO ESA ZORRA A TOCARME SIQUIERA?! Olvido el dolor. La ira es más fuerte ahora. Me levanto con rapidez, sin darle oportunidad a que reaccione. La cojo del cuello y la empujo sin soltarla, hacia un árbol donde la apoyo y le pego un puñetazo en la cara. A ella también le comienza a salir sangre por la nariz. Me acerco a su oído y le susurro con sinceridad y rabia a la vez.
-          Ya te lo avisé cuando acabamos el cole el año pasado. Ignórame. Nunca me has conocido. Eres una puta zorra a la que no quiero volver a ver en mi vida, ¿te queda claro?- no la dejo responder, aunque dudo que hubiese podido- Parece que no. Pues la próxima vez no va a ser una simple amenaza. Aunque tal vez no haya próxima vez.





1 comentari:

  1. Me dan ganas de entrar en la historia para matar a Axel entre terribles sufrimientos.... Buah, que asco de tío.
    Melanie es la única buena persona de todo el instituto

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