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divendres, 31 de maig del 2013

NUNCA SEREMOS PERFECTOS

Capítulo 2- Sólo es tiempo- Bel


-          Isma y Sandra- susurro en voz muy baja.
Ladeo la cabeza hacia un lado para conseguir leer el resto de las frases. Son letras extrañas, mal dibujadas. Pero que, tal vez, para los que las escribieron son las más bonitas del mundo.
Pienso en esos dos nombres y me concentro en su trazo. Sonrío al pensar que puede que esas dos personas todavía estén juntas. Es bonito. Sería bonito. Alzo la cabeza otra vez. Dos chicas muy pintadas hablan en voz baja en una esquina de la clase. De vez en cuando ríen con confidencialidad. Cuatro chicos juegan al futbol con una bola de papel utilizando dos mesas como porterías. De vez en cuando apartan aún más las mesas de su alrededor para agrandar el campo. Cinco chicas hablan animadamente cerca de los chicos que juegan a futbol, pero sin invadir su territorio. De vez en cuando alguna hace una inexplicable y confusa tontería. Las demás personas hablar y ríen. Sólo un chico permanece en su pupitre, con una libreta al lado, copiando los deberes que anoche no tenía ganas de hacer. Y yo. Yo también estoy sentada frente a mi mesa. Sin embargo, hay una diferencia. Yo estoy sola. Incluso el chico que copia los deberes tiene más compañía a su alrededor que yo. Aquí. Sentada atrás y en una esquina de la clase poca gente se percata de mi presencia. Mejor. Mucho mejor. Me giro y cojo de mi mochila mi libro de “Romeo and Juliet”. Me encanta. El inglés es una lengua tan bonita… Y si a eso además le añades las inmejorables frases de Shakespeare la cosa cambia mucho. A mejor, por supuesto. Sin embargo, no ha sido la mejor elección. Pronto el libro desaparece de mis manos.
-          Los siento, Anibel, pero necesitamos las preciosas hojas de tu libro para nuestra pelota. Se está empezando a romper y tenemos que hacer otra nueva.- Y antes de que pueda hacer nada por evitarlo, ese sonido insoportable de papel rompiéndose invade mis oídos.
Estoy a punto de llorar. Pero no lo hago. No puedo hacerlo. Si lo hiciera sería peor. Ellos ganarían. Miro atentamente ese rostro de felicidad y suficiencia. Amplia sonrisa en la cara. Ojos brillantes. Cejas que se levantan cuando mira a sus compañeros y se bajan cuando me mira a mí. Esa cara de incredulidad cuando ve que me ha afectado. Los demás ríen. “Eres el puto amo, Marc”, escucho varias veces.
-          Puedes llamarme Bel- susurro en voz muy baja y triste, pero ellos ya están demasiado concentrados en su juego como para escucharme.
A pesar de que el juego les entretiene y que él mismo ha empezado a jugarlo, es Marc quien vuelve a detener la gran jugada que Carlos estaba haciendo. Las cejas de éste se levantan. Más incredulidad. Pero en seguida sigue a su otro amigo, ansioso por ver que va a hacer.
-          ¡Eh!, Anibel, ¿Por qué no coges tu libro? Ya no lo necesitamos. Ya puedes seguir leyendo, algunas páginas no están rotas- Y suelta una carcajada, seguida de otras más de sus amigos.
La clase se apiña en este pequeño rincón. De repente siento un calor terrible. Y un olor. A desodorante de espray… Ese olor tan empalagoso me detiene la respiración. Empiezo a sudar. La alergia. Otra vez. Respiro cada vez más rápido, con la desesperación dibujada en la cara. Algunos se alejan para no verme, otros se quedan para ver el espectáculo y reírse.
-          ¡Pareces una foca después de correr un maratón!- exclama Carlos entre risas. Los demás también ríen.
Pero yo ya no pienso en ellos. No puedo concentrarme en sus rostros ni saber qué expresión tiene cada uno. Me empiezo a marear y todo empieza a dar vueltas. Intento coger la pastilla que me recetó el médico para que me ayudara a calmarla. No esta. ¿Entonces done pue…?
-          ¿Buscas esto, Anibel?- pregunta Marc con un tono burlón en la voz.
La tiene él. Entonces ya está. Todo perdido.
-          Por favor…- susurro con desesperación.
-          ¿Me lo ruegas? ¡Arrodíllate ante mí!- ordena con aires de rey.
Una chica que a veces se ríe por lo bajo cuando se burlan de mí, se une a la conversación. Pero no igual que los demás.
-          Dale ya la pastilla esa- ordena quitándosela de las manos. Marc hace un gesto de protesta pero no dice nada más.- ¿No ves que está a punto de morirse, imbécil?
Y me la da corriendo. La cojo con fuerza, aunque mis manos tiemblas y no tarda en escurrirse y en caerse. Ella me la mete en la boca y trago. De seguida recupero el control de mi respiración. Y en ese momento siento como la boca de Marc vuelve a abrirse y empieza a moverse para soltar otro nuevo insulto. Aunque, cuando lo va a hacer el profesor de matemáticas aparece en el aula. Su figura erguida y seria se mueve con movimientos rápidos y precisos que imponen, hacia su mesa. Todo el mundo corre hacia su asiento como si de ello dependiera su vida. Mientras que yo solo intento reprimir las lágrimas que luchan por escapar de mis ojos.
-           Separad las mesa, ¡ya! A partir de este momento empieza el examen y no quiero que hable nadie. Y mucho menos que alce la vista de su examen- ordena con una voz potente y amenazadora.
Bajo la cabeza ante su ceño. Cuando reparte el examen ni siquiera lo miro a la cara. Poca gente lo hace. Le tienen miedo. Agarro mi calculadora con las manos aun un poco temblorosas y empiezo a calcular velozmente. Las ideas y los números simplemente salen de mi cabeza sin ni siquiera tener que parame a pensar mucho. Y mi mano traza números perfectos sin ni siquiera yo mirar como lo hago. Sonrío. Estoy tranquila. Tal vez como jamás lo haya estado antes. Y eso me reconforta por unos instantes. En 20 minutos ya he terminado el examen y lo he revisado una vez. Me levanto con la cabeza gacha (órdenes del profesor para no copiarnos). Aunque intuyo que el resto de la clase ni habrá empezado, pues no se escucha ni el sonido del lápiz al escribir en este silencio absoluto.
-          Ya he acabado-le digo en un susurro tan silencioso que ni siquiera sé si he hablado de verdad.
-          Muy bien. Déjalo aquí- me ordena él en voz alta.
Lo dejo justamente donde me ha dicho. Cuando voy a girarme para dirigirme a mi sitio, su voz vuelve a detenerme.
-          Espera, Anibel- otra vez con el dichoso nombre- Deja estos papeles en el casillero de la profesora Marta Fernández.
Los cojo, seria, y desaparezco de la clase. Justo en ese instante, cuando escucho el portazo a mis espaldas, empiezo a llorar. Corro hasta el lavabo que está unos metros más allá. Me meto en uno de los baños y sigo llorando en silencio.              No paran de brotar lágrimas de mis ojos, es inevitable. Pero no lloro por mi pelo. Ni por mi aspecto. Ni por mi ropa. Lloro por ellos. Por los amigos que no tengo. ¿Qué daría yo por al menos un amigo? Infinito. Sí, eso no tendría precio. Por alguien con quien compartir mis pensamientos, mis preocupaciones, mis decisiones… daría la vida. Pero sin embargo, aquí me quedo. Con las lágrimas en los ojos. Con un montón de sentimientos en mí corazón. Pensando en mi única utopía.
De repente, la puerta del lavabo se abre de nuevo, aunque mis lágrimas no consiguen acallarse.

9 comentaris:

  1. Un poco triste la entrada pero me gusta.
    Espero que Anibel encuentre pronto un amigo. La soledad es buena, los excesos no.
    Saludos.

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    1. Grácias!:) Me alegra que te haya gustado!*-* Sí, la verdad es que este capítulo es bastante triste, pero a medida que vaya transcurriendo la historia se iran mezclando otras sensaciones. Espero que te gusten! :D Besoos:)

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  2. Aaaaawn, pero qué tristón :(
    De todas maneras ha estado muy bien, yo quiero más. ¿Para cuándo nos alimentarás?

    Un besito y mucho ánimos, sigue así que nos entretienes mucho ^^

    Te invito a tomar una taza de té en el jardín del Edén:
    http://losdeliriosdepandora.blogspot.com

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    1. Primero muchas grácias por comentar!:) Me alegra mucho que te haya gustado *-* Subo un capítulo cada semana, todos los viernes.
      P.D: Ahora mismo voy! :D Estoy deseando leer tu historia*-*
      Besoos y grácias! :)

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  3. Está muy bien, es muy triste no tener a nadie que te apoye con la gente injusta y prepotente. Aunque se suele decir que la realidad supera a la ficción. Besos, (te he mandado dos mensajes en twitter), gracias por publicar esta historia!

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    1. Sí, yo pienso igual que tu:( Gracias por leerme^^ Me encanta que te haya gustado:D Espero no decepcionarte con el resto de capítulos:) Besos y muchas gracias*-*

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  4. Hola!
    Acabo de descubrir este blog y he empezado a leer tu historia!
    Este ha sido un capitulo muy triste, espero que según vaya leyendo la cosa mejore. La verdad es que el instituto puede ser un lugar terrible si estas sola y además te sientes así de sola.
    Seguiré para ver que le ocurre, a lo mejor el que ha abierto la puerta del baño es alguien dispuesto a ser su amigo. Y tb para ver como siguen los personajes del primer capitulo!!
    Si te gusta leer, como escribir, te invito a que te pases por el blog que escribimos una amiga y yo. Se nos va un poco la pinza al escribir así que no te asustes, jajaja.
    http://blogmultijugosdeayiylyra.blogspot.com.es/search/label/Nuestras%20historias
    Si te pasas, espero que te diviertas o te distraiga un rato!
    Ya nos veremos por internet!
    Byeee

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    1. Me alegra mucho que te guste^^ Ya puedes leer lo que pasa:) La verdad es que todo se va complicando para todos, pero estos personajes nunca pierden la esperanza, y eso les llevará a situaciones... bueno, ya lo descubriras tu misma:) Besos y claro, me paso en cuanto pueda:)

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  5. pobre Bel... Qué triste :'(
    Los chicos esos son imbéciles

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